El principal evento del día fue la Santa Misa celebrada a las 7 p.m., presidida por el P. Damir Pavic, párroco de Brestovsko (Bosnia Central). Al finalizar, los jóvenes se quedaron para la Adoración del Santísimo, que concluyó con la bendición por parte todos los sacerdotes allí presentes a los fieles extendiendo las manos sobre ellos. Como todos los días, hubo muchos sacerdotes a disposición de quienes deseaban recibir el Sacramento del Perdón.

El P. Damir Pavic dio una charla por la mañana bajo el lema "De la esclavitud a la libertad", seguido del testimonio de Georg Mayr Melnhof de Salzburgo, Austria. Este último procede de una familia de 10 hijos. Pensó que sería cura y estudió Teología durante 5 años, pero entonces se dio cuenta de que lo suyo era prepararse para el matrimonio y no para el sacerdocio. Lleva casado 13 años y tiene 4 hijos. Ha trabajado durante 2 años como director de una importante empresa; tiene tres licenciaturas: Economía, Teología y Pedagogía. En la actualidad es profesor de religión y durante los últimos 15 años ha estado trabajando como asistente pastoral de nuevos movimientos y comunidades de la Diócesis de Salzburgo. Ha fundado la Comunidad del Loreto, compuesta por 400 miembros directamente implicados y varios miles que asisten a los eventos organizados y a los congresos de Salzburgo, como el del Festival de Pentecostés, que congregó a 7000 jóvenes.

Sana Nassar, del Líbano, también dio su testimonio. Vino a Medjugorje en 1986, de adolescente. Diez años después fundó la Asociación "Amigos de María, Reina de la Paz". Gracias a dicha Asociación los libaneses del Líbano y de todo el mundo pueden conocer Medjugorje.

Las charlas vespertinas comenzaron con el testimonio del vidente Ivan Dragicevic, seguido de dos matrimonios procedentes de Italia. El primero de ellos, compuesto por Giorgio y Marta Scarpioni, quienes tras su conversión en Medjugorje dedicaron su vida a los niños más pobres de Uganda. Han llevado a cabo distintos proyectos humanitarios, en especial destinados a niños mentalmente retrasados o discapacitados. Trabajan en la pastoral juvenil y animan a voluntarios jóvenes de todo el mundo a unirse a ellos. La otra pareja que dio su testimonio – Gianluca Anselmi y Anna Benedetti de Verona, ambos músicos profesionales, compartieron la historia de su vida llena de cruces, pero también llena de alegría y de amor.
 

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