A su llegada, Mons. Henryk Hoser, enviado especial de la Santa Sede para la Parroquia de Medjugorje, se dirigió a los fieles reunidos en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol con estas palabras:

“Nos encontramos en un lugar donde se reúne una multitud de peregrinos. Pidamos todos juntos la intercesión de la Madre de Dios, para que se abran nuestros corazones y también nuestras mentes a la gracia divina, a la enseñanza de la Iglesia y a la Palabra de Dios. El Espíritu Santo es nuestra vida y él también es el alma de la Iglesia. Busquemos la verdad de Dios sobre nosotros mismos y también la verdad de Dios en el hombre. Este lugar de oración es ahora también conocido en el mundo entero. El Santo Padre está muy interesado en el desarrollo de la piedad popular que está teniendo lugar. Esto forma parte de mi misión y también proponer directivas que se deberán realizar en el futuro. Vengo de un país que tiene mucha devoción hacia la Madre de Dios. María es la Reina de Polonia. Deseo a todos ustedes que hagan de María la Reina de sus vidas. Por el momento son suficientes estas palabras”.

Luego Mons. Hoser invocó a todos los presentes la bendición de Dios.

Compartir: