En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  1. INVOCAMOS AL ESPIRITU SANTO

    “Ven, Espíritu Santo, y ayúdame a reconocer a Jesús resucitado en medio de mis cansancios, de mis preocupaciones, en medio de las angustias de la gente. Porque él siempre está. Ayúdame a reconocerlo glorioso, lleno de vida, repleto de fuerza, revestido de luz celestial. Con un toque de tu gracia despierta mi corazón para que lo alabe, para que me llene de admiración ante su rostro precioso. Derrama en mi interior deseos de buscar a Jesús, para que amándolo lo encuentre en cada cosa. Haz que me deslumbre con su luz espléndida, para que no me dominen las oscuridades del mundo. Abre mi vida entera, Espíritu Santo, para que Jesús pueda tomarla con la potencia de su Resurrección. Renueva mi existencia con un poco de esa vida plena de Jesús resucitado, para que yo también pueda vivir como un resucitado. Amén.”

  2. LEEMOS EL MENSAJE CON EL CORAZON DE MANERA PAUSADA

    “¡Queridos hijos! Den gracias a Dios conmigo por el don de poder estar con ustedes. Oren, hijitos, y vivan los Mandamientos de Dios para que sean felices en la Tierra. Hoy, en este día de gracia, deseo darles mi bendición maternal de paz y de amor. Intercedo por ustedes ante mi Hijo y los invito a perseverar en la oración para que con ustedes pueda realizar mis planes. Gracias por haber respondido a mi llamado”

  3. ORAMOS A NUESTRA MADRE CON LAS PALABRAS DEL MENSAJE

    “QUERIDOS HIJOS”

    Madre de Misericordia, Señora de la Paz, toca lo más profundo de mi alma con estas palabras, para que mi corazón se asombre ante tu presencia y alabe, bendiga y de gracias al Padre por el amor tan grande que nos ha otorgado en su amado Hijo y con el cual Tu, Madre Bendita ahora nos abrazas y nos llamas a la felicidad que nace en el corazón de quien ora y vive los mandamientos del Señor. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

    “DEN GRACIAS A DIOS CONMIGO POR EL DON DE PODER ESTAR CON USTEDES”

    Eres Madre de la gratitud y nos enseñas el camino del agradecimiento a Dios por todas las cosas, especialmente por aquello que es más importante en nuestra vida. Gracias damos a Dios Padre unidos de tu mano por el don maravilloso de tu maternidad. Quiso Jesús entregarte a nosotros como Madre y nos entregó a Ti como Hijos verdaderos. Gracias Jesús por este don tan grande de tu Santísima Madre. Gracias Padre Dios porque por medio de la Madre de tu Hijo nos haces experimentar la esencia de tu amor tierno y cercano. Bendito seas Espíritu Santo por engendrar en nuestros corazones el amor como lo engendraste en el seno de nuestra Madre, enseñándonos en ella a vivir de ese amor. Gracias te damos Padre de Bondad por estos años de la presencia de la Santísima Virgen María entre nosotros. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

    “OREN, HIJITOS, Y VIVAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS PARA QUE SEAN FELICES EN LA TIERRA”

    Vienes con nosotros Madre, para enseñarnos el camino de la felicidad. Ese camino de la Felicidad que solo en Dios es posible encontrar. Tú nos llamas a orar porque solo en la oración se puede estar cerca de este amor que nos da felicidad. Nos enseñas que vivir los mandamientos es vivir del amor de Dios. Experimentar cuanto nos ama Dios y poder también amar a nuestros semejantes. Con mucha razón nos enseñó Jesús que la ley de Dios se resume en estos dos mandamientos “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo” Dejarse tocar por este amor redentor del Padre, nos salva, nos sana y nos transforma de forma que la vida se convierte en amor que se recibe de Dios y en amor que se otorga a nuestros hermanos. Quien más podría ser tan feliz que aquel que se sabe tan amado de Dios y puede con este amor amar a sus semejantes. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

    “HOY, EN ESTE DÍA DE GRACIA, DESEO DARLES MI BENDICIÓN MATERNAL DE PAZ Y DE AMOR”

    Gracias Mamá porque tu bendición nunca nos falta especialmente ahora que celebramos 35 años de tu presencia amorosa y cercana entre nosotros. Gracias porque tu bendición nos anima, nos levanta, nos sostiene y nos encamina a vivir la alegría del amor de Dios. Por medio de esta bendición maternal que nos das reconocemos el manantial de paz y amor que se desborda hacia nosotros tus hijos, la Iglesia del Señor. Bendita seas Madre por guiarnos de tu mano en el camino de la santidad que es el camino del verdadero amor y de la verdadera paz. Bendícenos siempre Madre Reina de la Paz y del Amor. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

    “INTERCEDO POR USTEDES ANTE MI HIJO Y LOS INVITO A PERSEVERAR EN LA ORACIÓN PARA QUE CON USTEDES PUEDA REALIZAR MIS PLANES”

    Ayúdanos Madre a crecer en la conciencia de que no estamos solos. Que nunca nos desamparas y que contamos siempre contigo. Tú intercedes por nosotros y ruegas insistentemente a tu Hijo por nuestra Salvación. Tu presencia en todos estos años es la más grande intercesión que haces por nosotros y nos alientas a abrir el corazón. Nos invitas a querer lo que Tú quieres, a amar lo que Tu amas. Por eso nos llamas a perseverar orando de tu mano y siempre junto a Ti, haciéndonos también instrumentos para ayudarte a la salvación de nuestros hermanos. Toma en tus manos Madre, nuestras humildes oraciones que ofrecemos de corazón por todas tus intenciones. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

    “GRACIAS POR HABER RESPONDIDO A MI LLAMADO”

    Aunque a veces no es tan fácil perseverar Madre en el camino al que Tú nos llamas, siempre eres aliento y ánimo para continuar. Tu agradecimiento nos hace no quedarnos en el camino, al experimentar tu esperanza y tu confianza. Tú sabes que un día podremos abrir totalmente el corazón y vivir con mayor entrega y amor tus mensajes. Tú sabes que podremos contigo seguir el camino de la santidad, del amor y de la paz. Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Oramos en silencio y con el corazón.

  4. DIRIGIMOS NUESTRA PLEGARIA A MARIA REINA DE LA PAZ

    Madre, que nos miras siempre con amor. Ruega por nosotros
    Madre, que nos enseñas el don de la gratuidad. Ruega por nosotros
    Madre, que nos enseñas el camino de la felicidad verdadera. Ruega por nosotros
    Madre, que nos bendices con tu bendición maternal de paz y amor. Ruega por nosotros
    Madre, que nos ayudas intercediendo por nosotros. Ruega por nosotros
    Madre, que nos enseñas a perseverar en la oración. Ruega por nosotros
    Madre, que nos llamas a colaborar contigo en la salvación del mundo. Ruega por nosotros
    Madre, que nos animas constantemente en el camino de la santidad. Ruega por nosotros

  5. PEDIMOS LA BENDICION A NUESTRA MADRE

Dulce Madre no te alejes, tu vista de nosotros no apartes….
MARIA REINA DE LA PAZ. RUEGA POR NOSOTROS Y DANOS LA PAZ

RAFAEL ZACARIAS GARCIA

MEXICO

Compartir: