25 de octubre de 2000

Saludo a todos los que escuchan y tratan de seguir los mensajes de María. Como siempre, quisiera que recordemos lo que la Virgen nos dijo en Septiembre pasado. María nos llamó a abrirnos a la oración, hasta que la oración se convierta en gozo. Si uno se pregunta, cómo hay que abrirse a la oración y cómo puede ésta convertirse en gozo, la respuesta es muy simple. Hay que orar pidiendo la gracia de poder amar y de experimentar el amor que Dios nos tiene, como ora la Virgen con Mirjana el día 2 de cada mes. Esto, porque sólo el amor puede abrir el corazón y es el amor lo que hace de un encuentro un evento gozoso. Eso mismo sucede entre las personas, pero debiera darse aún más con Dios porque, después de todo, Él nos ama infinitamente. Cuando amamos a Dios en nuestro corazón, cualquier problema posible simplemente desaparece con la oración y deja de existir.

Asimismo, María nos llamaba a renovar la oración en familia, agradeciendo, así lo pienso, a todos los papás y mamás que a través de Medjugorje han recibido la fortaleza, el valor y también la voluntad para decidirse a orar y llevar la oración a sus familias. La Virgen repite a menudo este mensaje y, en varios de ellos, invita a las familias a orar unidas. Esto significa, que Ella no acepta nuestras excusas a este respecto. En vez de ello, quiere que todos tomemos estos realmente en serio mensajes y encontremos el tiempo para orar en familia. De ahí que también debamos orar para que nuestra familia se decida efectivamente por la oración. María también nos invitó a formar grupos de oración, habiendo sido éste un deseo suyo desde el principio [de las apariciones], a fin de que lleguen a ser como una cadena alrededor del mundo y así la ayuden a realizar los planes que Dios le ha confiado. El primer grupo que incluyó a algunos de los videntes y sus amigos se formó el 4 de Julio de 1982 y sigue reuniéndose hasta hoy.

Después de éste, surgieron muchos otros grupos de oración alrededor del mundo, los cuales siguen también con fidelidad los mensajes de la Virgen. Los grupos de oración ayudan a sus miembros a experimentar cercanía de unos y otros y el gozo que la acompaña. Pero también los ayudan a permanecer en la voluntad de Dios para llegar así a ser testigos gozosos del amor que Él nos tiene. Si nos preguntamos, ¿cómo formar un grupo de oración? La respuesta es igualmente sencilla. Una vez que alguien se ha decidido a orar, ya está poniendo en práctica la primera condición. Y es que quien se decide a orar seguramente encontrará también a alguien más dispuesto a rezar un Rosario, a leer la Sagrada Escritura o simplemente a meditar en la palabra de Dios una vez por semana y a pedir la bendición de Dios. Esto constituye el contenido de un encuentro de oración. El tiempo de duración debiera ser de una hora a hora y media, y Jesús dijo que donde dos o tres se reúnen en Su nombre, también El se hará presente. Así pues, con dos personas que oren juntas comienza un grupo de oración.

Más adelante, María nos dice que Ella está con nosotros y éste es de hecho el único mensaje nuevo que nos está siendo dado en Medjugorje. La presencia especial de María aquí es la única forma de explicar Medjugorje, porque simplemente no hay otra manera de hacerlo. Y ciertamente sabemos que muchas personas han tratado de explicar Medjugorje de otras formas, pero sin la presencia especial de María en este lugar, cualquier intento de explicarlo simplemente no tiene sentido. María nos transmitió además una expresión muy amorosa y es que Ella nos lleva a cada uno en su Corazón – ese mismo Corazón que llevó y amó a Jesús- y todos nos sentimos en casa en ese Corazón. Por tanto, cada uno debemos trabajar ayudando a María, permitiéndole así llevarnos en su Corazón. Esto sucede cuando aceptamos sus programas y seguimos sus mensajes. Finalmente nos da su bendición maternal y esto significa que María, tan solo por ser quien es, es una bendición para nosotros y en consecuencia, desea que también nosotros nos convirtamos en una bendición para todos los demás. Con la esperanza de que todos sigamos este mensaje, oremos unos por otros de tal modo que cada uno -al experimentar el amor de Dios- permanezcamos fieles en el camino de María.

En estas últimas semanas, Marija Pavlovic-Lunetti ha estado aquí en Medjugorje con sus hijos. También Vicka está en casa. Ivanka, Mirjana y Jacov siguen viviendo su vida normal con sus familias, hablando con los peregrinos y, como ya se mencionó, Ivanka ha reanudado sus encuentros con peregrinos después de muchos años de llevar una vida más bien recluida. Ivan está en Estados Unidos con su familia y participa en varias conferencias, dando allá su testimonio.

Todo el mes pasado tuvimos una gran cantidad de peregrinos de todas partes del mundo. Por el momento están aquí muchos grupos de Italia, Austria, Francia, América, Inglaterra e Irlanda y algunos de Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania así como de Líbano y Corea. También han llegado muchos Sacerdotes y últimamente nos visitaron 6 Obispos que vinieron como peregrinos. Los Obispos Cirilo Almario, Nestor Carino y Leo Drona de Filipinas, el Obispo Joseph Das de la India, el Obispo Nicodemus Kirima de Kenya y el Obispo Florencio Olvera de México. Medjugorje está vivo y muchos corazones portan sus mensajes. Esto nos lo confirma la gran cantidad de peregrinos.

Quiero aprovechar para anunciarles que del 8 al 11 de Febrero próximo organizaremos la Primera Conferencia Internacional para Matrimonios Cristianos y el lema será: LOS ESPOSOS EN LA ESCUELA DE LA SAGRADA FAMILIA. La idea es muy simple. Deseamos ayudar a todas las familias a entender y también a vivir los mensajes de María. Todos sabemos cuán importante es la familia y, cuando los esposos profundizan su fe a la luz de la Sagrada Familia, les es más fácil ayudar a sus hijos a hacer lo mismo. Ya sabemos que el ENCUENTRO DE SACERDOTES, que se ha llevado a cabo por quinto año consecutivo, se realizará en la primera semana de Julio. El FESTIVAL INTERNACIONAL DE ORACION PARA LA JUVENTUD, por su parte, tiene siempre lugar en la primera semana de Agosto; por tanto decidimos que debíamos ofrecer algo similar a las familias. Este es tan solo el primer anuncio y ya veremos cómo se desarrollan las cosas. El número de participantes será limitado debido al espacio disponible para cerca de 5000 matrimonios y los que deseen participar tendrán que hacerse cargo de su hospedaje. En todo caso, deberán ponerse en contacto con la Oficina Parroquial. Los invito a todos a orar por esta intención para que respondan muchas familias y que todas reciban abundantes bendiciones a través de su participación en la CONFERENCIA INTERNACIONAL PARA MATRIMONIOS CRISTIANOS.

HOY DESEO ABRIRLES MI CORAZON MATERNAL

Primero que nada, debemos preguntarnos el posible significado de estas palabras. La respuesta, creo yo, es muy clara. Cuando una madre dice esto a sus hijos, significa que Ella les está expresando todo lo que tiene en su corazón y que espera que se entienda, convirtiéndose en una ayuda para los hijos. Esto ciertamente es también una simple expresión de amor y confianza de la madre hacia los hijos. Por tanto, es así como también debemos entender las palabras de María.

Y LOS INVITO A TODOS A ORAR POR MIS INTENCIONES

En estos 19 años y 4 meses, María ha tratado de grabar diversas intenciones en nuestros corazones, primero que nada la intención de la paz. ¡Cuántas veces nos ha llamado a orar por la paz en nuestro corazón, en nuestras familias, en las Parroquias, en la Iglesia y en el mundo entero! Su intención es también la conversión de todas las personas, lo cual significa un regreso a Dios. Ella nos ha invitado a orar y a ayunar; y debemos recordar de manera especial esa intención suya del día 2 de cada mes, cuando, junto con Mirjana, ora por todos los no creyentes, significando esto todos los que aún no han experimentado el amor de Dios en su corazón, a fin de que lleguen a vivir esta experiencia y, a través de ella, encuentren todos el camino de regreso a Él. Es su intención que recibamos su bendición maternal y, por ese medio, nos convirtamos igualmente en una bendición para los demás. Esto, en breve, significa que debemos establecer nuevas relaciones con nosotros mismos, con los demás así como con la naturaleza y también con Dios. Es en este equilibrio de buenas relaciones como la persona puede llegar a vivir la paz auténtica. María nos habló de su Corazón también en el mensaje de Septiembre. Ese corazón maternal en el que nos lleva a todos, es el mismo corazón amante, confiado y leal que también llevó, amó y educó a Jesús. Y yo estoy totalmente seguro que esas palabras que nos expresan los deseos de la Virgen serán un incentivo para que nosotros hagamos una vez más todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarla. En repetidas ocasiones nos ha dicho: "Queridos hijos, Yo los necesito; sin ustedes, no puedo hacer nada". Estas palabras pueden ayudarnos a entender que estamos en la Iglesia, que todos somos miembros del cuerpo de Cristo y por tanto, somos de hecho responsables unos por otros y nos necesitamos mutuamente, tal como enseña San Pablo.

CON USTEDES, YO DESEO RENOVAR LA ORACIÓN

Creo que aquí debemos reconocer dos cosas realmente importantes. Primero, la Virgen quiere que nosotros mismos nos renovemos en la oración y por tanto, que simplemente oremos. Después de todo, Ella nos ha invitado a orar hasta que nuestras vidas se conviertan en oración y que oremos sin cesar en todo momento. Esta oración continua e incesante es posible, porque todo puede transformarse en oración y aquí nos referimos a que podemos transformar cualquier cosa hasta convertirla en un encuentro con Dios. Cuando por amor a Dios y por los demás servimos a otros con los dones que el Señor nos ha dado, esto constituye auténticamente una oración. Y cuando nosotros mismos nos renovemos en la oración, María podrá entonces renovar la oración con nosotros. Cualquiera que personalmente haya comenzado a orar, seguramente también renovará la oración en su familia. A veces, las cosas parecen caminar muy lentamente y con grandes dificultades en algunas familias, pero basta con que uno solo de sus miembros se renueve en la oración para que la familia entera eventualmente alcance igualmente esa renovación. Todos los que ya han formado grupos de oración están haciendo exactamente lo que la Virgen pide en este mensaje. La oración ha sido renovada en y a través de estos grupos de oración en las parroquias, las comunidades y en la Iglesia entera. Así pues, recibimos en este mensaje una tarea especial — no sólo que nosotros mismos oremos sino también que a través de nuestra oración otros puedan acercarse a la oración, para que de ese modo la oración se renueve en toda la Iglesia. Afortunadamente podemos decir que por medio de los peregrinos de Medjugorje muchas familias han comenzado de nuevo a orar y se han formado muchos grupos de oración, los cuales se reúnen en sus parroquias para encuentros y retiros. También se está dando la renovación en aquellas parroquias donde los peregrinos de Medjugorje han organizado Adoración perpetua y todo esto es justamente lo que María desea.

Y LLAMARLOS AL AYUNO

… en este mensaje, la Virgen nos dice muy claramente…

QUE DESEO OFRECER A MI HIJO JESUS POR LA VENIDA DE UN NUEVO TIEMPO — UN TIEMPO DE PRIMAVERA

Debemos tener mucho cuidado en cómo entendemos estas palabras "UN NUEVO TIEMPO — UN TIEMPO DE PRIMAVERA". Y es que a menudo oímos hablar de una nueva era, refiriéndose este término a lo que se conoce como "New Age", la cual de ninguna manera tiene que ver con lo que María quiere decirnos en este mensaje. El NUEVO TIEMPO del que nos habla María es uno que sólo podrá venir como resultado de nuestras oraciones y ayunos. Por tanto, si alguien pasara por alto la oración y el ayuno, hablando únicamente de una NUEVA ERA, se trata de una manera de pensar absolutamente equivocada. Este NUEVO TIEMPO no surgirá de la manera en que generalmente se habla de él y se espera en círculos esotéricos. De acuerdo a la teoría de la "New Age", ésta vendrá como consecuencia de una cierta constelación de los astros. María, por otro lado, habla del NUEVO TIEMPO que sólo vendrá debido a la conversión de las almas que se abren a Dios. Y es que tan pronto como Dios entra en un corazón y ocupa en él el primer lugar, comienza ya un TIEMPO NUEVO. De ahí que todo esto debamos verlo no sólo externamente, porque después de todo Jesús dijo que se inicia primeramente en nuestro interior, en el corazón de cada persona que se decide por el amor, por la misericordia y la bondad y por todas esas nuevas relaciones en la familia o en la comunidad, lo cual da lugar justamente a ese NUEVO TIEMPO. Y de hecho esto comenzó con la Venida de Cristo y después con Su Resurrección; por tanto, está vivo y se está realizando en muchos corazones. Quiero enfatizar lo anterior con un sencillo ejemplo…

El otro día, una peregrina me dijo que el venir a Medjugorje había valido la pena. Cuando le pregunté a qué se refería, ella me respondió que durante la Oración de Sanación de pronto se dio cuenta que todas las disputas en su familia no surgían a causa de su esposo y sus hijos, sino también de ella. Hasta entonces esta mujer había culpado a su esposo y a sus hijos de todos los conflictos, pero ahora entendía que también ella era responsable en gran medida. Cuando vuelva a casa, tiene intenciones de pedirles perdón a todos ellos y quiere prometerles también, que nunca más discutirá ni provocará más disputas. Si ella puede cumplir esta promesa a su familia, podemos hablar ya de un NUEVO TIEMPO en su hogar. Si muchas personas se deciden de este modo por un NUEVO TIEMPO, éste habrá venido ya. Así pues, no pensemos que este NUEVO TIEMPO llegará de manera dramática; además, todo el que pretenda hablar de él de la forma en que María lo hace en su mensaje, deberá primero orar y ayunar intensamente. Y es que de no ser así, en algún lugar del camino comenzaremos a correr en la dirección equivocada.

Mucho podría decirse con relación al ayuno y quisiera repetirles tan solo unas cosas. El ayuno es una práctica y también un mensaje bíblico tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento; ha sido practicado y enseñado a lo largo de la historia de la Iglesia. Pero sabemos también que el ayuno –no sólo la práctica de ayunar, sino también el sentido– cayó en desuso en tiempos recientes y especialmente en los 40 años posteriores al Concilio Vaticano II. Esto significa que cuando alguien comienza a ayunar, enfrenta mucha resistencia y malos entendidos. María pidió oración y ayuno desde el mero principio y Ella lo vinculó al mensaje fundamental de la paz, cuando nos dijo que con oración y ayuno, podían evitarse las guerras y las catástrofes naturales. Jesús mismo practicó y habló mucho del ayuno. El papa pide y habla del ayuno en su encíclica EL EVANGELIO DE LA VIDA. Cuando se refiere a la cultura de la vida y la cultura de la muerte, él afirma que la cultura de la muerte está actuando en todos los ámbitos, pero que la cultura de la vida puede ser más fuerte porque, después de todo, aquellas cosas o situaciones que no pueden resolverse con otros medios, con la oración y el ayuno pueden revertirse. Además, como dijo Jesús, los malos espíritus sólo pueden expulsarse con oración y ayuno. El Papa dice que estos dos medios nos permiten reconocer el mal y combatirlo más fácilmente. Por tanto, el ayuno contribuye a la salud corporal de la persona toda y es por tanto positivo para el cuerpo así como para la mente y el alma. Así pues, cuando renovamos nuestra decisión por la oración y el ayuno y los ofrecemos a María para que los presente a Jesús por este NUEVO TIEMPO, sólo Ella sabe lo que esto significa realmente. A nosotros nos queda trabajar duro, escuchar y vivir sus mensajes.

EN ESTE AÑO DEL JUBILEO MUCHOS CORAZONES SE HAN ABIERTO A MÍ

Al oír esto, debemos agradecer y alabar a Dios por todos los corazones abiertos que este Año del Jubileo ha traído consigo. Fue deseo del Papa que en este Año del Jubileo todos los cristianos se prepararan al encuentro con la Trinidad –el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo– en la Eucaristía. Mucha gente respondió y ha renovado su vida de oración, comenzando de nuevo a orar, ayunar, acudir a la Confesión y asistir más frecuentemente a la Misa, participando asimismo en la Adoración. Escuchar lo que dice María en este mensaje es verdaderamente una alegría, porque el propósito de este Año del Gran Jubileo era justamente que los corazones fueran conmovidos y con ese mismo fin se levaron a cabo todos los preparativos. Si volvemos a los tres últimos años, recordaremos que cada uno estuvo dedicado en particular al Espíritu Santo, al Hijo, al Padre y este año a la Santa Eucaristía. El Santo Padre quería que nos preparáramos así para este Año Jubilar y seguramente muchos corazones se abrieron de nuevo. Esto, por supuesto, es sólo resultado de la gracia de Dios. Después María dice…

Y LA IGLESIA ESTA SIENDO RENOVADA EN EL ESPIRITU

Aquí debe resultarnos claro que cada uno es miembro de la Iglesia y por tanto, en la medida en la que nosotros nos renovemos así también se renovará la Iglesia.

ME REGOCIJO CON USTEDES Y DOY GRACIAS A DIOS POR ESTE DON

Sería apropiado decir a este respecto que hace ya mucho tiempo que María nos pidió orar al Espíritu Santo cada tarde antes de la Santa Misa y así seguiremos haciéndolo. Sólo me queda recomendar a todos los grupos de oración y a cada persona en lo particular que oren continuamente al Espíritu Santo, a fin de que esta renovación siga adelante y produzca muchos buenos frutos; y también que demos gracias a Dios por los dones de conversión, de renovación de la Iglesia, de estas apariciones y de la presencia especial de María aquí en estos tiempos, dones todos ellos que son realmente muy grandes. Pero el último renglón del mensaje de María nos dice claramente que todavía no podemos pensar en el triunfo.

EN CUANTO A USTEDES, HIJITOS, LOS INVITO A QUE OREN, OREN, OREN — HASTA QUE LA ORACION SE CONVIERTA EN GOZO PARA USTEDES

La oración es siempre un encuentro con Dios que debe ser gozoso en todo momento, porque cuando nos reunimos con una persona amada nuestro corazón siempre se regocija. Lo único que nos queda es confiar unos en otros y decirnos mutuamente: "Decídete por la oración, tómate el tiempo, es la intención y el deseo de María". Y este deseo suyo es en realidad una necesidad para nosotros – la necesidad que tenemos de encontrarnos con Dios en la oración. Puesto que su deseo es la paz, entonces es necesario que nosotros superemos cualquier inquietud y contienda, y en vez de ello mantengamos y vivamos en una paz auténtica. Que así sea, oremos…

Dios, Padre Celestial, Padre amoroso, en nombre de Tu Hijo Jesús a quien Tú nos enviaste para salvarnos y que abrió Su corazón a nosotros en la Cruz, te pedimos con María, quien abre nuestros corazones, que nos des la gracia de amarte. Que a partir de este amor podamos orar y llevar entonces todas las intenciones de María en nuestras oraciones. Renueva en nosotros el espíritu de oración y renueva la oración en nuestras familias, grupos de oración y en toda la Iglesia. Danos la gracia de orar y ayunar, a fin de que comencemos a hacerlo con amor y de ese modo, María pueda ofrecerlo a Jesús por este nuevo tiempo. Dios, Padre nuestro, di una sola palabra y libéranos a cada uno de nosotros, a nuestras familias, comunidades, a la Iglesia y al mundo entero de todo lo que es un obstáculo o un impedimento para la venida de este nuevo tiempo. Libéranos del reino de Satanás, de su reino de mentiras, de violencia, de muerte y de todo mal, para que Tu Reino de amor, bondad, misericordia y justicia pueda venir. Padre, en este Año del Jubileo, toca con Tu amor los corazones de todos los hombres, a fin de que podamos entrar al Nuevo Milenio dispuestos y seamos capaces de vivir en este mundo como hijos Tuyos que somos. Renueva a la Iglesia en Tu Espíritu y hazla testigo del amor y la paz en este mundo, y bendice al Papa, a todos los Obispos y Sacerdotes, a todas las comunidades, a todos los bautizados y a todas las denominaciones cristianas, para que en el amor del Espíritu Santo podamos ser uno para anunciarte en el mundo como nuestro Padre. Danos el espíritu de gozo y gratitud para que podamos reconocer estos dones y estemos agradecidos por ellos. Y con María Santísima Te pedimos que nos bendigas a todos y nos des Tu paz, para convertirnos en portadores de paz al servicio de toda vida con Tu amor. Así sea. Amén.

F. Slavko Barbaric
Medjugorje, 28 de octubre de 2000

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